¿El código da Vinci en Jaén?
¿El Código Da Vinci en Jaén?
Otro interesante artículo de esos con los que nos deleita Javier Martín, de Ideal Jaén.
Miércoles, 7 de julio de 2004
El código Alonso Suárez
La descendencia de María Magdalena podría haber estado en Jaén El obispo insepulto buscó por la provincia el rastro del Santo Grial
JAVIER MARTÍN //FOTOS: IDEAL / JAÉN
INSEPULTO. Momia de Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, fotografiada en el siglo XX.
ALONSO Suárez de la Fuente del Sauce, obispo de Mondoñedo, Lugo y Jaén, inquisidor general y presidente del Consejo de Castilla por obra y gracia de su majestad la Reina Isabel La Católica, es el obispo insepulto. Y Dan Brown es el autor del 'best seller' 'El Código Da Vinci', un libro que asegura que Jesús se casó con María Magdalena, que tuvo al menos un hijo y que el Santo Grial no es otra cosa que la línea sucesoria de Jesús. 'Sang real', sangre real. Sangre de Cristo, rey de los judíos. Y, bien... ¿qué tiene que ver el Santo Grial con el obispo insepulto? Pues más de lo que parece. Sigan leyendo.
Alonso Suárez nació a mediados del siglo XV en la pequeña aldea abulense de Fuente del Sauce, de donde tomaría los ilustres apellidos. Crecería en Galicia, y allí se empapó de las tradiciones esotéricas de la región y entró en contacto con la cultura ocultista gallega. En el año 1500 se desplazó a Jaén, rechazando la posibilidad de ser obispo de Málaga. Una decisión curiosa para la época, ya que por aquel entonces en Jaén la cosa estaba muy mal. Demasiado amigo de lo ajeno y demasiada espada suelta hacían de la capital del Santo Reino un lugar en el que si perdías 'sólo' la bolsa podías darte con un canto en los dientes.
Pero Alonso Suárez vino a Jaén encantado. ¿Por qué? Pues porque conocía a la perfección las antiguas tradiciones. Aquellas que hablaban de María Magdalena como la esposa de Jesús. Aquellas que ahora rescata en su libro Dan Brown y que tanta polémica han suscitado dentro de la Iglesia Católica.
Provenza
Esas teorías afirman que María Magdalena, acompañada seguramente de Lázaro y José de Arimatea, además de otros muchos judíos, desembarcó tras la muerte de Jesús en la actual Provenza francesa. Una expedición que pudo ser sufragada por Abgaro, rey de Edesa (ciudad cercana a Jerusalén), coetáneo de Jesús... y primer custodio de la Sábana Santa según los evangelios llamados 'apócrifos', esos que Dan Brown asegura que se ocultaron en el concilio de Nicea, lugar donde en el siglo IV se sentaron las bases de la actual iglesia católica.
En los textos apócrifos se dice que Abgaro mantuvo correspondencia con Jesús durante meses antes de la muerte de éste en la cruz. Y que solicitó que se enviara la Sábana Santa, algo que María Magdalena y sus compañeros hicieron. Abgaro tocó la sábana y curó de ciertos males que tenía. Ello le hizo convertirse al cristianismo y ordenó hacer un retrato del Nazareno.
Un cuadro que, posiblemente, viajó con la supuesta esposa de Jesús hasta la Provenza francesa. De hecho, viajó el cuadro... y los tesoros del Templo de Salomón. Unos tesoros que, siglos más tarde, acabaron en Jaén. ¿Cómo llegaron? Los investigadores Lorenzo Fernández Bueno y Mariano Fernández Urresti apuntan que los visigodos que arrasaron el Imperio Romano obtuvieron los tesoros en la Provenza francesa y los llevaron consigo hacia sus nuevas conquistas, en la Península Ibérica. Tras siglos de luchas y conquistas, esos tesoros, entre los que se encuentra la Mesa de Salomón, se habrían escondido en Jaén, algo que sabía, gracias a su iniciación ocultista, el obispo Alonso Suárez.
Claro que el tesoro no era tanto material como espiritual. El tesoro eran unas claves, unas historias secretas, unos documentos extraños que otorgaban a su poseedor la llave del acceso al Conocimiento Absoluto. Un conocimiento que el obispo insepulto buscó con ahínco y puede que lo encontrara. Y puede que, quizás por eso, la Iglesia Católica le negara la sepultura.
Pruebas
Pero ¿hay pruebas? Puede haberlas. Existe un cuadro en la catedral de Jaén en donde aparece representado un rostro de rasgos finos, ojos azules y pelirrojo. En el cuadro hay una inscripción: 'VERA IMAGO SALVATORIS, ADREGEMABGARUMMISSA'. Es decir, 'Este es el verdadero rostro del Salvador, enviado por Abgaro'. Abgaro, el rey que proporcionó a María Magdalena su huida a Francia. Abgaro, el primer poseedor de la Sábana Santa. Luego, aquel cuadro (o alguna copia) que ofreció a la esposa de Jesús, está en Jaén. ¿Qué otros tesoros de los traídos por aquellos judíos, entre los que estaban José de Arimatea y Lázaro se guardan en Jaén? Y que significa 'el verdadero rostro'. ¿Es que acaso el rostro habitual de Cristo es falso? Según los investigadores Bueno y Urresti, el cuadro representa el verdadero rostro de Cristo, aquel que adoraban los templarios. Unos templarios que fueron quemados en la hoguera por herejes.
¿Qué sabían los templarios? ¿Qué sabía el obispo insepulto? ¿Podía tener algo que ver con su 'insepultura' el hecho de que un cuadro que un rey coetáneo de Cristo regaló a María Magdalena esté colgado en la Catedral de Jaén? ¿Quién trajo ese cuadro? ¿Algún descendiente de María Magdalena? ¿Algún descendiente de... Jesús?
, MÁS INFORMACIÓN I 'Las claves del Código Da Vinci'. Lorenzo Fernández Bueno y Mariano Fernández Urresti. Ediciones Nowtilus.
Otro interesante artículo de esos con los que nos deleita Javier Martín, de Ideal Jaén.
Miércoles, 7 de julio de 2004
El código Alonso Suárez
La descendencia de María Magdalena podría haber estado en Jaén El obispo insepulto buscó por la provincia el rastro del Santo Grial
JAVIER MARTÍN //FOTOS: IDEAL / JAÉN
INSEPULTO. Momia de Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, fotografiada en el siglo XX.
ALONSO Suárez de la Fuente del Sauce, obispo de Mondoñedo, Lugo y Jaén, inquisidor general y presidente del Consejo de Castilla por obra y gracia de su majestad la Reina Isabel La Católica, es el obispo insepulto. Y Dan Brown es el autor del 'best seller' 'El Código Da Vinci', un libro que asegura que Jesús se casó con María Magdalena, que tuvo al menos un hijo y que el Santo Grial no es otra cosa que la línea sucesoria de Jesús. 'Sang real', sangre real. Sangre de Cristo, rey de los judíos. Y, bien... ¿qué tiene que ver el Santo Grial con el obispo insepulto? Pues más de lo que parece. Sigan leyendo.
Alonso Suárez nació a mediados del siglo XV en la pequeña aldea abulense de Fuente del Sauce, de donde tomaría los ilustres apellidos. Crecería en Galicia, y allí se empapó de las tradiciones esotéricas de la región y entró en contacto con la cultura ocultista gallega. En el año 1500 se desplazó a Jaén, rechazando la posibilidad de ser obispo de Málaga. Una decisión curiosa para la época, ya que por aquel entonces en Jaén la cosa estaba muy mal. Demasiado amigo de lo ajeno y demasiada espada suelta hacían de la capital del Santo Reino un lugar en el que si perdías 'sólo' la bolsa podías darte con un canto en los dientes.
Pero Alonso Suárez vino a Jaén encantado. ¿Por qué? Pues porque conocía a la perfección las antiguas tradiciones. Aquellas que hablaban de María Magdalena como la esposa de Jesús. Aquellas que ahora rescata en su libro Dan Brown y que tanta polémica han suscitado dentro de la Iglesia Católica.
Provenza
Esas teorías afirman que María Magdalena, acompañada seguramente de Lázaro y José de Arimatea, además de otros muchos judíos, desembarcó tras la muerte de Jesús en la actual Provenza francesa. Una expedición que pudo ser sufragada por Abgaro, rey de Edesa (ciudad cercana a Jerusalén), coetáneo de Jesús... y primer custodio de la Sábana Santa según los evangelios llamados 'apócrifos', esos que Dan Brown asegura que se ocultaron en el concilio de Nicea, lugar donde en el siglo IV se sentaron las bases de la actual iglesia católica.
En los textos apócrifos se dice que Abgaro mantuvo correspondencia con Jesús durante meses antes de la muerte de éste en la cruz. Y que solicitó que se enviara la Sábana Santa, algo que María Magdalena y sus compañeros hicieron. Abgaro tocó la sábana y curó de ciertos males que tenía. Ello le hizo convertirse al cristianismo y ordenó hacer un retrato del Nazareno.
Un cuadro que, posiblemente, viajó con la supuesta esposa de Jesús hasta la Provenza francesa. De hecho, viajó el cuadro... y los tesoros del Templo de Salomón. Unos tesoros que, siglos más tarde, acabaron en Jaén. ¿Cómo llegaron? Los investigadores Lorenzo Fernández Bueno y Mariano Fernández Urresti apuntan que los visigodos que arrasaron el Imperio Romano obtuvieron los tesoros en la Provenza francesa y los llevaron consigo hacia sus nuevas conquistas, en la Península Ibérica. Tras siglos de luchas y conquistas, esos tesoros, entre los que se encuentra la Mesa de Salomón, se habrían escondido en Jaén, algo que sabía, gracias a su iniciación ocultista, el obispo Alonso Suárez.
Claro que el tesoro no era tanto material como espiritual. El tesoro eran unas claves, unas historias secretas, unos documentos extraños que otorgaban a su poseedor la llave del acceso al Conocimiento Absoluto. Un conocimiento que el obispo insepulto buscó con ahínco y puede que lo encontrara. Y puede que, quizás por eso, la Iglesia Católica le negara la sepultura.
Pruebas
Pero ¿hay pruebas? Puede haberlas. Existe un cuadro en la catedral de Jaén en donde aparece representado un rostro de rasgos finos, ojos azules y pelirrojo. En el cuadro hay una inscripción: 'VERA IMAGO SALVATORIS, ADREGEMABGARUMMISSA'. Es decir, 'Este es el verdadero rostro del Salvador, enviado por Abgaro'. Abgaro, el rey que proporcionó a María Magdalena su huida a Francia. Abgaro, el primer poseedor de la Sábana Santa. Luego, aquel cuadro (o alguna copia) que ofreció a la esposa de Jesús, está en Jaén. ¿Qué otros tesoros de los traídos por aquellos judíos, entre los que estaban José de Arimatea y Lázaro se guardan en Jaén? Y que significa 'el verdadero rostro'. ¿Es que acaso el rostro habitual de Cristo es falso? Según los investigadores Bueno y Urresti, el cuadro representa el verdadero rostro de Cristo, aquel que adoraban los templarios. Unos templarios que fueron quemados en la hoguera por herejes.
¿Qué sabían los templarios? ¿Qué sabía el obispo insepulto? ¿Podía tener algo que ver con su 'insepultura' el hecho de que un cuadro que un rey coetáneo de Cristo regaló a María Magdalena esté colgado en la Catedral de Jaén? ¿Quién trajo ese cuadro? ¿Algún descendiente de María Magdalena? ¿Algún descendiente de... Jesús?
, MÁS INFORMACIÓN I 'Las claves del Código Da Vinci'. Lorenzo Fernández Bueno y Mariano Fernández Urresti. Ediciones Nowtilus.
2 comentarios
Indalo -
Ya sé q hay muy pocos datos, apenas ninguno, pero en ello estamos tanto Lorenzo cm yo.
Tengo una pista pero, cm s suele decir, hasta q no haya nada fiable y contrastado no s publicara.
Emy
javi -